domingo, 8 de junio de 2014

El afrocolombiano: La construcción de un concepto

El concepto afrocolombiano utilizado cotidianamente para identificarse, es paradójicamente polémico y poco debatido.

Lo cierto es que indistintamente se utilizan términos negro o afrocolombiano y no se sabe si es porque les considera sinónimos o no creen que es importante su discusión. No obstante, el desarrollo de la Cátedra para una mayor concisión en su orientación, exige como mínimo una propuesta para debatirla y tener en cuenta, ademas, que la comunidad educativa nacional es un espacio adecuado y con el privilegio de poder extender la discusión a los ámbitos de validación social que son las comunidades y la población afrocolombiana en general.

Para hacer frente a los prejuicios del propio idioma con sus connotaciones negativas, peyorativas y hasta funestas contra una raza, etnia y muchas veces contra el mismo ofensor, no basta denunciar como no se quiere ser denominados, incluso entre los miembros de las comunidades étnicas. Porque en el conjunto de población con ascendencia africana en algún grado, el vocablo negro ofende a muchos de sus miembros, no sólo como adjetivo sino como sustantivos: 
"Durante la sociedad colonial esclavista las personas africanas, con toda su diversidad étnica y cultural, fueron convertidas e identificas por los europeos simplemente como negros. La persona humana adjetizada y estigmatizada como los negro, el negro, la negra, los negritos, las negritas. El africano fue reducido al color de la piel, racializado y esteriotipado; se le quitó su nombre, su historia, su cultura, su dignidad, el derecho a ser persona y se le redujo a negro, sinónimo de animal, esclavizado y subordinado... debemos devolvernos el sustantivo, la calidad de personas y anteponer al adjetivo negro porque somos personas de origen africano, porque somos pueblo afrocolombiano" 



El étnonimo afrocolombiano nace de la necesidad del grupo y sus individuos de poseer una identidad referencial construida sobre elementos objetivos y/o subjetivos; implica una resignificación, un reconocimiento del hombre negro, de su humanidad, de sus raíces culturales africanas y colombianas.

El étnonimo afrocolombiano como autoidentificador constituye una ruptura activa con las clasificaciones etnorraciales que prevalecieron largo tiempo en el país; busca crear conciencia básicamente política de la etnicidad negra, en esa perspectiva trata de producir un sello en la consciencia étnica, partiendo del hecho de que la nación cultural negra es una realidad sociocultural.

El prefijo afro hace referencia a la herencia cultural africana que pervive en la memoria colectiva a través de distintos saberes y prácticas, sobre todo en la tradición oral, la memoria corporal, que incluye gestos, la danza, las palabras, el arte, la música, los cantos, y su relación con la naturaleza. Es el pasado ancestral, elemento clave de su identidad étnica hoy. 

El concepto afrocolombiano no se usa con el propósito de afirmar que la identidad étnica y cultural del afrodescendiente negro nacional puede mirarse solo en el espejo del hombre negro de África, aunque el aspecto del origen sea un ingrediente muy importante. 




El afrocolombiano es un hombre inserto en la historia de Colombia como coautor de la República, luchador contra la discrimación racial pero igualmente contra la injusticia social, con expectativas y proyectos de vida personales y nacionales, que labora en muchos campos, que piensa y siente el país, que cree  que su particular cosmovisión, saberes y valores ancestrales, que pueden contribuir a la solución de muchos problemas que nos agobian a todos. El afrocolombiano es parte de la realidad nacional hasta en su geografía, construyendo socialmente sus espacios de acuerdo a las características regionales con sus historias diferenciadas y múltiples expresiones culturales.

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